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No madera = no barcos, no barcos = no holandeses: un plan anti-neerlandés

Writer's picture: A. Jorge Aguilera LópezA. Jorge Aguilera López

La madera fue un material indispensable hasta que se consolidó la etapa conocida como revolución industrial. La madera fue el primer material de construcción del que dispuso la especie humana. El bosque era la principal fuente de abastecimiento de las actividades humanas. Suponía una fuente de madera para utensilios, herramientas, armas, muebles, edificios y navíos; fuente alimentaria para animales e incluso para personas; fuente de combustible para cocinas, ferrerías y de abono para labores agrícolas. Todos los componentes del árbol eran aprovechables: el tronco y las ramas como combustible o materia prima de fabricación y construcción, las hojas como abono o alimento animal o humano, la corteza para la fabricación de colorantes y zapatos. A pesar de que durante la época moderna estos usos se mantuvieron, las nuevas coyunturas hicieron que algunos de ellos cobrasen más importancia frente a otros. Del siglo XVI al XVIII la madera continuó siendo una materia prima esencial, utilizada en todo tipo de utensilios domésticos, industriales y, sobre todo, militares. [1]


Archivo General de Simancas (AGS), EST


El documento que aquí os muestro puede ayudarnos a hacernos una idea de lo importante que era la madera. Tan importante que podría provocar el colapso de un Estado. O al menos esa era la opinión de Pedro Bolders, un capitán alemán (criado en Noruega) que lleva ya dieciocho años al servicio de Felipe II, propone al rey en 1597 un plan «para la destrucción de sus enemigos». Los enemigos referidos son los rebeldes neerlandeses y lo que propone es bloquearles el comercio de madera impidiéndoles mantener y ampliar su armada:

Notorio es a todos que los de Holanda y Zelanda fabrican cada año cuatrocientos y más navíos sin tener de suyo madera ninguna, sino la que viene de fuera. Y así quitándoles por algunos años la madera, sería quitarle el principal sustento de la República, pues no tiene otra renta que el trato de la mar y la pescaduría y para quitarles esto, se podría hacer lo siguiente.
Su Majestad puede mandar por secretas inteligencias tratar con el Rey de Dinamarca y sus ministros que manden en su Reino de Noruega, que sus vasallos no cortasen por algunos años ni vendiesen ningún roble, pues de Noruega se trae toda la madera que se gasta en Holanda y Zelanda. Y aunque el por río Rin y de la provincia de Güeldres les puede venir alguna, fácil es de quitársela, pues Su Majestad tiene diversas fortalezas sobre el dicho río Rin y en la provincia de Güeldres.

Hasta dónde yo sé, este plan nunca se llevó a cabo. Aunque las relaciones con la protestante Dinamarca no eran malas, no eran tan buenas como para hacerles renunciar a tan lucrativo comercio y enemistarse con sus vecinos xD


[1] Aragón Ruano, Á. (2001) El bosque guipuzcoano en la Edad Moderna: aprovechamiento, ordenamiento legal y conflictividad. Aranzadi Zientzi Elkartea, Donostia-San Sebastián, 2001, p. 63.



 
  • Aguilera López, A. J. (2020) "No madera = no barcos, no barcos = no holandeses: un plan anti-neerlandés", en Remando por la Historia [online].

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