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¿Un mapa para la "liberación" de Albania? (ca. 1568)

Writer's picture: A. Jorge Aguilera LópezA. Jorge Aguilera López


Este es un excelente y bello mapa de las costas del estrecho (o canal) de Otranto, entrada del Mar Adriático. En la costa izquierda, en la Apulia (reino de Nápoles), aparecen representadas las ciudades de Santa María de Leuca, Castro y Otranto; al otro lado, están las islas griegas de Corfú, Erikusa, Ozoní y Mazraki bajo control de la Serenísima República de Venecia; en ese mismo lado, pero en tierra firme, se sitúa Shqipëri (significa «Tierra de las águilas»), lugar mejor conocido como Albania, bajo dominio otomano.


El mapa está rotulado en italiano, no viene fechado y es anónimo. Este mapa se encuentra en el Archivo General de Simancas (AGS) y más precisamente, está en un legajo con documentos concernientes a Flandes del año 1568. Por lo que no resulta del todo incorrecto suponer que el mapa fue elaborado cerca de 1568. El mapa presta bastante atención a la provincia de Chimarra (en Albania). Destacan entre las muchas ciudades que aparecen al norte Valona (actual Vlorë) y al sur Cimara (Himarë) y Sopoto (Borsh). Una de las razones porque pienso que la fecha que le asignamos al mapa puede ser correcta es precisamente por lo que pasó en Albania durante esos años.


Detalle de la costa de Chimarra y de Corfú.


Los albaneses eran un pueblo orgulloso y que, en su momento, liderados –por el padre de la patria– Skanderberg, plantaron cara al envite turco durante veinticinco años. Fueron varias las ocasiones en que los albaneses se levantaron contra el dominio otomano, siendo una de esas ocasiones en 1566. El gran fracaso en Malta en 1565, la costosa conquista turca de Szigetvár (Hungría) en 1566 y que vino acompañada por la muerte del gran sultán Solimán, hacía parecer que el otrora incontestable poderío otomano, empezara a flaquear. Todo eso sumado a las hambrunas que hubo en todo el Mediterráneo oriental debido a las sucesivas malas cosechas y sobre todo al devshirme, el impuesto que los pueblos no musulmanes tenían que pagar: entregar a sus hijos al sultán para que fuesen convertidos en jenízaros. Esos fueron los principales elementos que hicieron que los albaneses tomaran las armas en 1566.

Numerosos avisos e informes se elaboraron en Nápoles sobre el asunto. El embajador español en Génova escribe en agosto de 1567 como postdata en una misiva:


Cerrada [esta carta], a [día] 14 he recibido cartas de Nápoles del 3 de este [mes], y me avisan que los chimarrotes [albaneses] que tenían cercados los turcos, les había dado una buena mano [tunda] en haber muerto más de 400 de ellos y prendido algunos [turcos], y que se hallaban a la montaña con buen ánimo de defenderse. Dios los ayude.

El reino de Nápoles resultaba importante para los albaneses. En él habían encontrado refugio los descendientes de Skanderberg y muchos otros albaneses, por lo que allí había numerosos partidarios, informantes y colaboradores para su causa. Además, y todavía más relevante, era que Nápoles formaba parte de otro gran poder y el único que –quizás– podía plantar cara a los otomanos: la Monarquía hispánica. Es por eso que los albaneses –al igual que otros pueblos–, como ya habían hecho en el pasado, acudieron al Rey Católico en busca de ayuda. Desde Nápoles se enviaron armas, municiones y suministros, pero poco más. Los años 1566-1568 no fueron fáciles para la Monarquía. Las cosechas tampoco habían sido buenas en el Mediterráneo occidental, además de que la Monarquía tenían en sus propias fronteras súbditos rebeldes –apoyados por potencias enemigas– con los que lidiar. En los Países Bajos los protestantes provocaron disturbios importantes que rápidamente se convirtieron en la rebelión armada en 1568, dando inicio a la guerra de los ochenta años; paralelamente, al sur de la península Ibérica, en el reino de Granada, la minoría morisca –apoyados por los otomanos– tomaron las armas y se rebelaron, iniciándose una cruenta guerra de guerrillas que se prolongó hasta 1571. Los recursos que quizás podrían haberse invertido una posible invasión de Albania se destinaron dentro de las propias fronteras de la Monarquía.


Ataque veneciano a Soppoto (Borsh). Anónimo, 1570.

[Biblioteca de la universidad de Salzburgo].



Viendo que España no iba a ayudarles, los albaneses solicitaron ayuda a los venecianos. Estos que ya temían entrar nuevamente en conflicto con los turcos, decidieron adelantarse y apoyar la revuelta. Entre otras cosas, los venecianos ocuparon Borsh (1570). Paralelamente los otomanos conquistaron Chipre a los venecianos y la alianza cristiana promovida por el papa y encabeza por España y Venecia cobró forma y derrotó a la armada otomana en la grandiosa batalla naval de Lepanto (1571). Los albaneses seguían su lucha y esa victoria cristiana –más efectista que efectiva–, dio esperanzas a los pueblos de los Balcanes.


La realidad es que poco después de la batalla, la alianza cristiana se desintegró. Venecia pronto firmó la paz por separado con los otomanos. Esto dejó desamparado a los albaneses, cuya única esperanza volvía a ser la Monarquía hispánica. Los albaneses juraron fidelidad al Rey Católico y proseguir la lucha. Sin embargo y aunque se les siguieron enviando armas y otros recursos bélicos, la Monarquía decidió priorizar sus esfuerzos en el Mediterráneo occidental, invadiendo Túnez (1573). Ni Felipe II ni Selim II quisieron emprender acciones extremas y por varias razones, el conflicto se fue enfriando, cosa que fue aprovechada por ambos soberanos para pactar una serie de treguas secretas.


En Albania los rebeldes fueron finalmente reprimidos. Aunque hubo más intentos –en 1596 la Monarquía estuvo intervenir y enviar una armada–, los albaneses no se independizarían de los otomanos hasta comienzos del siglo XX. La debilidad del país y su ubicación geográfica, le hicieron quedar en medio y sufrir las consecuencias de ambas guerras mundiales. En 1946 se acabó convirtiendo en una república socialista, primero bajo la influencia de Yugoslavia, luego de la URSS, después de China, para acabar finalmente casi aislada internacionalmente hasta que en 1991 se disolvió el estado socialista, pasando a ser la democracia parlamentaria que es a día de hoy.


Por lo aquí expuesto, considero que la fecha asociada al anónimo mapa del estrecho de Otranto (cerca 1568) es correcta. Un mapa bellamente elaborado y preciso y que como podéis ver, no tiene nada que envidiar a los mapas vía satélite disponibles en la actualidad.




 

Bibliografía:



 
  • Aguilera López, A. J. (2020) "¿Un mapa para la invasión de Albania? (ca. 1568)", en Remando por la Historia [online].

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